Tal y como están las cosas este cenicero a la puerta del bar El Fortuny de esa misma calle ha sido amarrado con candado al pétreo muro,no vaya a ser que los amigos de lo ajeno lo arramblen para venderlo a peso en cualquier chatarrería ,como le ha ocurrido a tantos elementos de metal, ya sean alcantarillas o pomos de puerta. |
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