Está dedicado a esta amante ideal que puede ser nuestra ciudad con sus gozos y sus sombras y a la que le perdonamos casi todo aunque a veces nos cueste, sea ella culpable o no.
Está dedicado a esta amante ideal que puede ser nuestra ciudad con sus gozos y sus sombras y a la que le perdonamos casi todo aunque a veces nos cueste, sea ella culpable o no.
Lo siento, Tito. Lo siento mucho...
ResponderEliminarUn beso.
Se veía venir....habían avisado hasta la CIA, pero ya ves somos mas chulos que un 8
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