Sigue la destrucción desde dentro,montones de baldosas hidráulicas arrancadas sin piedad de nuestras existencias.
Acabaran como nuestros adoquines, vendidos a Alemania a cambio de negro asfalto? Que bello es pasear por París y pisar sus adoquinados y que decir los de Roma, Nápoles o tantas ciudades de nuestro entorno mas próximo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario