Paseaba yo por callejuelas de la ciudad vieja de Barcelona cuando algo, me llamó la atención. Dos baldosines de cerámica policromada marcaban un número 8, y eso era lo extraño, pero no lo único. En Barcelona intra-muros los números de finca suelen ser de mármol con los dígitos en plomo fundido, pero este mostraba colores inusuales por estos pagos, y el marco de volutas metálicas te transportaba en algún lugar de España entre Ciudad Real y el peñón de Gibraltar |
Curioso, cuanto menos.
ResponderEliminarSalut
Si.....que cosas ¿Que hará ahí?
EliminarUn abrazzo Miquel !!
Porque crees que está ahí ese nº?
ResponderEliminarHacen cosas de lo más raro.
Un abrazzzzzzo CHORDI, y bon diumenge.
Es extraño por la desubicación , no creo que vayan a numerar las ventanas con números particulares ya sería la reostia......Buen Finde MT !!
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