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| Los ventanales del Café Schilling anuncian cada año el invierno con una cascada de bombillitas |
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| Ya en 1996 y cuando aún no teníamos las bombillas en las "chinoiseries" a precio Taiwan, el café ya se las ideó para colocarlas, más escasas, menos uniformes pero bombillitas al fin y al cabo |
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| Este año los adornos son muy simples pero omnipresentes por el local...casi pasan inadvertidos, pero ahí están por todas partes solo hay que observar |
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| Llegan a ser tan personalizados que incluso las tazas del Schilling forman parte de su decoración |
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| la verdad es que es uno de los locales mas y mejor ambientados en los cafés de nuestra vieja Europa, de esos que no puedes perderte cuando viajas |
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Calma y sosiego...tranquilidad y paz, eso es Schilling y lo que transmite....un lugar para desconectar del ajetreo diario...con un café espectacular...para mí el mejor de la ciudad  |
Esta entrada se me había pasado.
ResponderEliminarBuen local.
Lo importante es sentirse a gusto...y eso me sucede en Schilling...Un abrazzo Miquel
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