El barracón adjunto a la calle Urgell es un poti-poti de grafitos, no muy destacables por culpa del horror al vacío que ha recargado en demasía el espacio disponible. |
De todos modos una especie de caras mexicas me llamó la atención. |
No se habían visto antes en la ciudad, y busqué la firma. |
Yotto es un grafitero que suele pintar osenzos y hombres peludos y las cabezas bien pudieran ser suyas |
Pero la sorpresa me la llevé al descubrir un C215 del que no tenía referencias, pero algún desaprensivo lo había tuneado con cuernos, gafas....una pena. |
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