Ayer la vida escapó de las calles de la ciudad abarrotada normalmente en las tardes de verano en las vías comerciales, había orden de evacuar |
El problema es que el metro no funcionaba en Liceo ni en plaza Cataluña, con lo que volver a casa fue una odisea +++++++++++ +++++++++++ |
La majestuosidad del Barroco de la Iglesia de Belén me anunció que estaba llegando |
San Ignacio con esa calavera me recordó los cadáveres que habían desparramados por la calle y me dio un repelús nada agradable, Las Ramblas siempre han sido una vía de despiporre y golgorio carnal |
Había un silencio sepulcral, ni un solo coche estaba rodando |
incluso al pasar por el Mercado de La Boquería y verlo cerrado en un viernes laborable sobrecogía |
Finalmente llegué al Llano de la Boquería y allí me encontré con un altar - memorial sobre el mosaico de Miró rodeado por periodistas y televisiones varias |
Todos estaban comentando y transmitiendo noticias pero me pareció un poco feo eso de darle tanto a roer el hueso del dolor durante horas y horas |
Por eso cuando vi que una periodista enfocaba con pasión desenfrenada lo que pasaba en un balcón no puse resistir el mirar |
y claro la visión me devolvió la esperanza de que el despiporre y el jolgorio volvía a Las Ramblas, que nunca se había ido y respiré hondo. |
Sabe muy mal. Muy mal.
ResponderEliminarEsperemos que todo vuelva a la normalidad cunto antes, sin olvidarnos que todos (TODOS) vamos en el mismo barco. Un abrazzo gordo
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