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| Después de cada verbena pedorra en la playa, solemos ver el grado de incivismo de los que celebran estos orgiásticos akelarres y leemos los datos de las violaciones acontecidas y las toneladas de plásticos y desechos que no han llegado a tirar al mar... |
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| Como todas las fiestas pedorras los petardos son numerosísimos pero no nos cuentan cuantos millones se habrán gastado en ruido y humo de azufre con la consiguiente contaminación tanto acústica como medio ambiental... |
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| Tampoco nos nuestras los centenares de pequeños pajarillos de ciudad que sucumben al estruendo de las bombas petardas y los cohetes que suben y suben para explorar mas cerca de sus nidos. Y si huyen caerán contra el asfalto ya que los gorriones, golondrinas y vencejos no suelen volar sin luz diurna |
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| Los barrenderos dan buena cuenta de ellos antes que que se despierten los vecinos tras la resaca alcohólica y el chute de las drogas de diseño o no, permitidas o no. |
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| Cualquiera que tenga animales sabe lo que llegan a sufrir... |
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| Los avisos son constantes pero la masa petardera se lo pasan por el arco del Triunfo |
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| Sin palabras.... ante la diversión des-cerebrada que nadie sabe a qué se debe no hay lobotomía reparadora. |
Da asco cada vez que hay una verbena. Toneladas de mierda, si toneladas, a recoger y a pagar por todos los que no tiramos una mierda de esas.
ResponderEliminarCamilo José Celá decía que un motorista era un hijo de puta montado en un ruido.
Me gustaría saber su opinión sobre los petardistas.
salut
Es una vergüenza y cada vez mas daño me hace al pensar que esto de las festividades programadas, ejemplo: Hoy Coca, mañana toca libro y rosa, pasado mañana turrones y cava, a brindar y con colores, bragas rojas para la suerte no sea que la regla te estropee un polvo, y mientras tanto como te equivoques de día y de prenda o artilugio te pondrán a parir...
Eliminar´Completamente de acuerdo, y confieso mi pasado "petardero" cuando era jóven.
ResponderEliminarY tengo la suerte de que a mis dos carlinos no les afecta el ruido de las verbenas, estos "pasan" ampliamente de los petardos.
Pero es que de un tiempo a esta parte, la cosa se ha desmadrado demasiado en cuanto a la cantidad y la potencia de los artefactos, y se ha vuelto insufrible. Mi calle amaneció convertida en un vertedero de basura que tardó dias en desaparecer.
Y no tiene remedio.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo contigo, de peques nos gustaban las piulas y las bombetas de poco tronío y poco peligrosas, claro que el tiempo pasa y te vas enterando de dedos mutilados (cada año supera la decena) y los problemas ecológicos y ambientales y uno dice ¡BASTA! En eso debemos atender la llamada agobiada de la Madre Naturaleza , basta ya!! y eso dinero convertirlo en donaciones a ciudadanos necesitados o campañas educativas, que por lo que se ve falta nos hace
ResponderEliminarUn abrazzo