Hoy os voy a aclarar un enigma, Miquel de Tot Barcelona señala una fuente desconocida en Barcelona, y yo me apresuro a descifrar lo que ve (siempre bajo mi punto de vista) (clikar) |
Sigo buscando, y rebuscando doy con una entrada de APU que se explaya pero no resuelve tampoco mis dudas de que ha querido decir su autor con semejante objeto (Clickar) |
El autor es Jordi Querol un arquitecto-artista-polivalente que la creó en 1978 para presidir una fuente que a día de hoy ya no existe |
Todos sabemos o hemos visto una pinza y sabemos bien para que sirven, pero.... |
Pero los hay que se hacen cruces pensando para qué un monumento a la pinza. |
Pues esto es lo que se ve a primera vista, pero somos muchos los que también las hemos utilizado y no precisamente para tender ropa. Os explico... |
¿Os dais cuenta?.... Eran tiempos de "penurias" y había que utilizar las neuromas para usarlas no había otra |
Hasta 1981 no se abrió la 1ª Sex-Shop Gay de España y desde entonces ya las tuvimos hasta de metal (Clickar) |
Los heteros pronto las hicieron también suyas... |
y no tardaron nada en jugar con ellas para iluminar sus 50 Sombras de Grey particulares. ¿Alguna pregunta? |
Sin olvidar a Carmen Sevilla que se ponia una aguja de estas en el cogote para que no se le vieran tanto las arrugas, esto era cuando presentaba el cuponsito.
ResponderEliminareso de las pinzas en los pezones rtiene que doler, diho yo, pero ya puestos se puede uno poner una granate y otra azul si és del Barsa o azul y blanca si es periquito, o blanca y blanca si es del Madrid, claro que estas pinzas de colores son de plástico.
Saludoa cordiales, que decia Jose Maria Garcia.
Pues depende de la sensibilidad de cada uno, te puedo asegurar que hay tíos que se corren si le aprietas los pezones, pero no sucede con todos.
EliminarDe todos modos las de plástico pierden en la comparativa de brutalidad-masoquista por eso en cuanto empezamos a vender las de metal fue toda una revolución y con cadenas ni te cuento.
Un saludo !!
Hijo mio...(tono de voz bajo, pausado, de letanía lejana...) Hijo mío, habrías de saber que los designios del Señor nos llevan por derroteros de pensamientos impuros; el cuerpo, está hecho a imágen y semejanza del Señor, y flagelarlo, a no ser por las pinzas de Belcebú, el fuego del Infierno, los calderos de Pedro Botero, las tenazas de Satanás, los hierros candentes de Mefistófeles, las puas de Lucifer y los pellizcos de la monja del colegio, no está bien visto.
ResponderEliminarTres Padrenuestros, dos Avemaría, cinco credos y te pasas mañana por la tarde, a eso de las siete por la sacristía....a esa hora no tengo visitas...por cierto, cógele dos pinzas de la ropa a mamá...es que quiero hacer la colada ¡
Por favor....que climax !! por un momento me has trasladado a la catequesis que recibía en la iglesia de Betlem los domingos por la tarde previo pago de 1 peseta .... por no hablar del "confesor espiritual" que a la hora de clase de religión me hacía salir del colegio para pasear por el barrio Chino hasta que me dio por un caso perdido.... ¡¡Que tiempos !!
EliminarUn saludo !!
¡¡ Eh !!, que los ultra-católicos del opus y los legionarios de Cristo también usan cilicios y artefactos para provocarse dolor. Que estos subliman sus pulsiones sexuales hacia el masoquismo. Y no se lo pasan bien ni nada los condenados.
ResponderEliminarOstras no había pensado en ellos y ahora caigo que los Hogares Mundet (conde se ubica la pinza) fueron inaugurados por Franco en 1957 y fue regentado por las Hijas de la Caridad...Igual algo tiene eso que ver, una pinza es un juguete erótico perfectamente camuflable si te lo encuentran
EliminarGracias Rodericus !!
A veces uso -multiuso- mucho la pinza. Cuando voy a votar porque me jode abstenerme. Cuando no encuentro un clip para ajustar unos papeles y sin embargo sí tengo a mano una pinza. Para cerrar un bolsón de patatas fritas que no debo ingerir de una vez. Para colocársela en el pelo, sin que se dé cuenta, a mi vecina del décimo cuando se me pone provocativa delante en el ascensor (esto era válido hasta el estado de alarma) Como ves, hago usos vulgares de una elemental e ingeniosa pinza. God save the Pinza muchos años. A esa pinza, eh, a la tradicional. Porque hay ahora algunas muy modernas que no las soporto, y eso que tienen formas más eróticas, jaj, algunas recuerdan a la Dama de Brassempouy o a la de Willendorf.
ResponderEliminarYa ves es un artilugio que llegó para quedarse.
EliminarGracias por sacarle punta y añadir utilidades !!